Cómo cultivar tomates en casa es una actividad gratificante que te proporciona alimentos frescos y saludables. Ya sea que optes por plantar tomates cherry o tradicionales, en maceta o en invernadero, los resultados valdrán la pena. ¡Buena suerte y a cultivar! 🍅🌱
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El tomate es una de las hortalizas más populares en jardines y huertos urbanos alrededor del mundo. Si bien puede parecer un desafío cultivar esta deliciosa fruta, con la guía adecuada y un poco de paciencia, podrás disfrutar de tomates frescos directamente de tu jardín. Aquí te enseñamos cómo hacerlo.
Características del Tomate
La solanaceae es una familia destacada en la horticultura global y abarca géneros como Lycopersicun, capcicum y solanum. Estos géneros engloban tomates, chiles y vegetales como la berenjena y la papa. El tomate pertenece específicamente a la tribu solaneae, con 18 géneros. Dentro de Lycopersicon, encontramos dos subgéneros: Eulycopercicon y eriopersicon, diferenciándose por el color de sus frutos al madurar. Estas plantas son generalmente diploides y pueden ser anuales o perennes, con distintos hábitos de crecimiento y alturas. En relación con su fenología, en un ambiente tropical seco con riego, una variedad determinada tiene un ciclo completo de alrededor de 150-180 días, desde la siembra hasta varias cosechas. ¿Cuánto dura una planta de tomate?
La siembra de tomate en casa comienza con la elección de las semillas. Puedes optar por cultivar tomates desde la semilla o comprar plantas ya crecidas. Para sembrar tomate paso a paso, comienza por plantar las semillas a una distancia de siembra del tomate adecuada, lo cual suele ser de unos 30-60 cm entre planta y planta. Ten en cuenta el ciclo del tomate, que va desde la germinación hasta la cosecha.
Preparación y Características del Suelo
Preparar la tierra para sembrar tomate para cultivar tomates en casa, es muy importante. requiere un suelo fértil, ya que necesita muchos nutrientes. Prefiere suelos bien drenados, con pH entre 5 y 6.8, y con una alta concentración de materia orgánica. Aunque puede crecer en diferentes texturas de suelo, los suelos francos son ideales. Es recomendable roturar el terreno y nivelarlo antes de plantar.
Los tomates pueden prosperar en macetas si se elige el recipiente adecuado. Para los tomates cherry en maceta, y tomates grandes, macetas de 5 galones serán suficientes. Asegúrate de que tenga suficientes orificios para drenaje. También puedes sembrar tomates en botellas de plástico con un poco de creatividad y las herramientas adecuadas.
Condiciones Climáticas: Temperatura y Humedad
El tomate prefiere climas cálidos a templados y no tolera el frío. Las condiciones ideales de temperatura del suelo oscilan entre 12º – 16ºc, mientras que la temperatura ambiental óptima para su crecimiento está entre los 21º y 24ºc. Cambios drásticos en la temperatura pueden afectar la producción del fruto. Para la pigmentación, se requieren temperaturas entre 22º y 28ºc. En términos de humedad, es ideal mantenerla entre 65 – 85% y, en invernaderos, entre 50 y 60%.
Requerimientos de Luz del Tomate
El cultivo del tomate al aire libre requiere un lugar soleado; la planta de tomate es de sol, aunque tolera algunas horas de sombra. En cuanto al riego, este debe ser regular, pero sin encharcar el sustrato. El abono para engordar tomates puede aplicarse una vez que la planta comience a florecer. Estos cuidados son similares si optas por el cultivo de tomate en invernadero, aunque este método te permite cultivar tomates todo el año.
El tomate no necesita variaciones en las horas de luz para su correcto desarrollo, pero sí necesita una iluminación adecuada que puede variar según la densidad de siembra y otros factores. La intensidad de la luz cambia a lo largo del día y según las condiciones climáticas.
Riego en el tomate
La adecuada gestión de la humedad en el suelo es esencial para lograr buenos resultados, especialmente cuando la lluvia no cubre las demandas del cultivo. El riego por goteo es el método más eficaz, ya que mantiene el follaje seco, previniendo ataques de patógenos que necesitan agua en las hojas para infectar la planta. Además, este sistema de riego conserva la eficacia de los plaguicidas al mantenerlos más tiempo en la hoja.
La cantidad y frecuencia de riego dependerán del tipo de suelo, el cultivo específico y la fase del ciclo de vida de las plantas.
El riego por goteo no sólo ahorra agua, sino que también permite la fertirrigación y quimigación. Esto significa que se pueden añadir fertilizantes, fungicidas e insecticidas en pequeñas dosis, optimizando su eficacia y previniendo la acumulación excesiva de sales. Además, los productos se dirigen directamente a la zona más activa de las raíces de la planta. Esta técnica resulta en una mejora notable en el rendimiento y la salud del cultivo.
En casa podemos regar las plantas de tomate solo mojando la tierra, para evitar enfermedades por el exceso de humedad en las hojas. Un riego de dia de por medio será suficiente. Si la temperatura es muy alta y las plantas se ponen decaídas, se debe regar con más frecuencia. Tenemos que poner atención a las plantas y entender los requerimientos de agua de cada especie.
Cultivo del Tomate en Invernaderos
Si te interesa como cultivar tomates grandes o cultivar tomates en invierno, un invernadero será tu mejor aliado. El cultivo del tomate en invernadero te brinda un control total sobre las condiciones, permitiendo cosechas durante todo el año y protegiendo las plantas de las enfermedades del tomate.
Esta técnica está ganando popularidad entre los agricultores, debido a su capacidad de producir frutas de alta calidad y seguras durante todo el año mediante la siembra escalonada. Sin embargo, requiere una inversión inicial considerable. Es importante mencionar que hay variedades de este sistema, desde invernaderos de vanguardia con tecnologías avanzadas hasta versiones más sencillas construidas con materiales locales, como bambú, madera y cuerdas, permitiendo a los agricultores con menos recursos adoptar este método de cultivo.
Para optimizar el proceso del vivero, es crucial determinar cuántas plantas se establecerán en el terreno. Aunque se puede sembrar la semilla directamente en el terreno, el método preferido es utilizar bandejas. Esto se debe a la eficiencia en el uso de las semillas, la producción de plántulas saludables y un buen desarrollo de hojas y raíces. Este enfoque resulta en una tasa de supervivencia más alta en el campo.
Plantación y Trasplante
Existen dos métodos: la siembra directa y el trasplante. Sin embargo, el trasplante permite un crecimiento más rápido, haciendo que la siembra directa sea menos popular. Las plántulas se obtienen de diferentes medios, como piloneras, enraizadoras, y maceteros. El momento óptimo para el trasplante es cuando la planta tiene entre cuatro a cinco hojas verdaderas. Generalmente, esto sucede entre 25-35 días después de la siembra, aunque el clima puede influir en este periodo. Trasplantar con el sustrato adherido a las raíces reduce el riesgo de pérdida. Aunque es posible sembrar durante todo el año, se recomienda hacerlo en la temporada seca para evitar enfermedades. Comúnmente, se realizan dos ciclos de siembra anualmente.



Poda y Supresión de Brotes
El diseño de la planta de tomate puede adaptarse según las preferencias del agricultor y las condiciones climáticas. Esto implica quitar brotes laterales, dejando uno o dos tallos principales. La técnica común es eliminar los brotes bajo la primera inflorescencia. Este método permite que la planta se adecue a las condiciones de la temporada. Esta eliminación se realiza generalmente cada 15 días, facilitando la aplicación de productos agrícolas, así como mejorando la ventilación y exposición al sol de la plantación.

Espalderas o Entutorado




Es una práctica imprescindible para mantener la planta erguida y evitar que las hojas y sobre
todo, los frutos toquen el suelo, mejorando así la aireación general de la planta y favoreciendo el
aprovechamiento de la radiación y la realización de las labores culturales (destallado, recolección,
etc.). Todo ello repercutirá en la producción final, calidad del fruto y control de las enfermedades
Se usa hilos de polipropileno (rafia o piola) que se unen en la zona basal de la tomatera mediante liado o enredado, o anillas plásticas y amarrándose arriba del alambre de entutorado (1,6-3,4 m)




Esta técnica implica el uso de postes robustos y delgados de bambú para sujetar alambres donde se atan las plantas con hilo. Se recomienda que estos nudos estén sueltos para no estrangular el tallo. En grandes plantaciones, es habitual que personal especializado se encargue de esta tarea periódicamente.
En casa podemos usar la imaginación para amarrar las plantas, aprovechando alguna estructura que ya esté colocada y de ahí amarrar los tomates.

En la imagen podemos observar el cable en la parte superior, luego un gancho con hilo enrollado. Conforme la planta va creciendo, vamos desarrollando el hilo y con cuidado enrollandolo en la planta.

Aporca
Esta técnica, que consiste en apilar tierra alrededor de la base de una planta. realizada tras fertilizar, contribuye al control de malezas y favorece el desarrollo de raíces adventicias, mejorando la absorción de agua y nutrientes. Es crucial tener precaución para no dañar los tallos y raíces, ya que cualquier lesión puede ser una puerta de entrada para enfermedades.
Control de Malezas,
Aunque los herbicidas no son muy populares entre los productores, el control mecánico, realizado junto con la aporca, es más común. Se debe realizar constantemente, para evitar plagas y enfermedades.
Fertilización
La demanda de nutrientes de la planta de tomate varía según su fase de crecimiento y la variedad sembrada. El tomate es particularmente exigente en cuanto a nutrición. Durante su primer ciclo, consume principalmente nitrógeno y potasio. Es crucial considerar las tablas de absorción de nutrientes para aplicar los fertilizantes en momentos de mayor demanda. A nivel general, se sugiere una fertilización por ciclo con nitrógeno, fósforo y potasio.

La fertilización de la planta de tomate es un componente crucial para maximizar su producción y calidad. Aquí te presento algunas pautas para fertilizar tu planta de tomate en casa, según su etapa fenológica:
Etapa de Crecimiento Vegetativo
- Trasplante: Al realizar el trasplante, se puede incorporar un abono equilibrado de liberación lenta, con una proporción similar a 14-14-14 (Nitrógeno-Fósforo-Potasio).
- Desarrollo inicial: Durante las primeras 2-3 semanas, se puede usar un fertilizante líquido rico en nitrógeno para impulsar el crecimiento de las hojas y tallos.
Etapa de Floración
- Inicio de la floración: Reduce el nitrógeno y enfócate en un fertilizante con más fósforo y potasio, como 10-20-20. El fósforo es vital para la formación de flores y frutos.
Etapa de Fructificación
- Desarrollo del fruto: En esta etapa, se requiere más potasio. Utiliza un fertilizante con una proporción de 10-10-30. El potasio mejora la calidad del fruto y la resistencia de la planta a enfermedades.
Mantenimiento
- Micronutrientes: No olvides los micronutrientes como calcio y magnesio, que se pueden suministrar con la aplicación de yeso agrícola o sales de Epsom respectivamente.
- Control del pH: Asegúrate de que el pH del suelo sea adecuado (entre 6.0 y 6.8) para que los nutrientes sean fácilmente absorbibles por la planta.
Monitoreo
- Observación de síntomas: Si notas hojas amarillas o manchas, es posible que haya una deficiencia de nutrientes. Un análisis de suelo te ayudará a ajustar la fertilización.
Nota de Sostenibilidad
- Riego: Optimiza el riego para evitar el lavado de nutrientes y mejora la eficiencia de la fertilización.
Siguiendo estos consejos, puedes asegurar un crecimiento sano y una abundante producción de tomates. Recuerda siempre seguir las indicaciones del fabricante del fertilizante para evitar sobredosis.

Resumen de las Prácticas Culturales necesarias en el Cultivo de TOMATE en Invernadero.
1- Colocación de Roller plast o gancho con piola, alambre de altura. (Labor indispensable para cultivo de tomate).
2- Trasplante.
2- Primera poda (Formación)
3. Entutorado
–Colocación y puesta de clips. (Varios en cultivo de tomate.)
-Amarres guiados con clips.
5. PODAS: Destalles o “deschuponeado”.
6. Deshojado.
8. Raleo de fruta para obtener calidad (raleo en Zig-zag).
9. Cosecha.
Plagas y Enfermedades del Tomate
El cultivo enfrenta serios desafíos debido a su alta vulnerabilidad a plagas y enfermedades. Estos problemas pueden surgir no solo durante el crecimiento, sino también durante la postcosecha. Las plagas pueden ser insectos o microorganismos que causan distintos daños a la planta. Aquí, mencionamos algunas de las plagas más comunes y proporcionamos recomendaciones para su manejo:
a) Gusano Alfiler (Keiferia licopersicella):
- Daños: Las larvas dañan las hojas al minarlas, enrollarlas y pegarlas, disminuyendo la superficie foliar y facilitando la entrada de enfermedades. También pueden perforar y dañar los frutos.
- Recomendaciones: Aplicar insecticidas al detectar 5-10 larvas. Eliminar restos del cultivo y frutos desechados. Rotar cultivos y, si es posible, dejar una temporada sin tomate. Se puede mezclar bacillus thuringiensis con insecticidas o usar feromonas para interferir en la reproducción.

Larva de gusano alfiler (Alton N. Sparks, Jr., University of Georgia, Bugwood.org
b) Gusanos Spodoptera:
- Daños: Dañan las plantas y hacen grandes cavidades en los frutos, generando pérdidas significativas.
- Recomendaciones: Emplear cultivos trampa como bledo (Amaranthus spinosos) y verdolaga (portulaca sp). Combinar bacillus thuringiensis con insecticidas para un mejor efecto.

c) Heliothis zea y Helioptis virencens:
- Daños: Las larvas perforan los frutos, contaminándolos con heces y mudas.
- Recomendaciones: Usar insecticidas al hallar más de cuatro huevos por 30 hojas o al detectar dos o más frutos dañados por 25 frutos examinados. Aplicar insecticidas biológicos como bacillus thuringiensis o spintor, siendo aún más efectivos al combinarlos con hongos benéficos como trichogramma pretiosum.

Es vital abordar estos problemas de manera preventiva y reactiva para garantizar una producción saludable y rentable.
d) Mosca Blanca (Bemisia tabaci):
- Problema: Representa una seria amenaza para varios cultivos por ser portadora de un geminivirus del tomate. La infección causa decoloración y deformidad en hojas, y frutos que no maduran adecuadamente.
- Manejo: Rociar con aceite mineral que limita su movilidad, o usar láminas amarillas para atraer y capturarlas. También se pueden usar coberturas de paja verde que las atraen más que el cultivo.

e) Minadores de la Hoja (liriomyza spp):
- Problema: Provoca la caída de hojas, exponiendo los frutos al sol y generando daños significativos. La aplicación de insecticidas genéricos puede agravar el problema al eliminar a sus depredadores naturales.
- Manejo: Implementar cultivos intercalados de fríjol con tomate, usar productos insecticidas selectivos y evitar insecticidas de amplio espectro.



Enfermedades por Hongos del tomate:
Phytophthora infestans, Alternaria solani y Pseudomonas solanacearum.
a) Apagón, Tizón Tardío o Candelilla (Phytophthora infestans):
- Problema: Esta enfermedad puede devastar cultivos de solanáceas. En ambientes húmedos, se propaga rápidamente, causando defoliación y pérdida total del cultivo. Se manifiesta con manchas irregulares de color café oscuro en el follaje.
- Manejo: Evitar la siembra cerca de cultivos antiguos de tomate, chile o papa. Eliminar restos de cosechas anteriores, aplicar insecticidas protectores en invierno, controlar el riego, evitar siembras densas, y no exceder en nitrógeno. Asegurarse de que las plantas reciban luz adecuada, asegurarlas para evitar su caída. Considerar usar coberturas de plástico en el suelo y asegurarse de que las cajas estén desinfectadas o adecuadamente diseñadas.

b) Alternaria y Tizón Temprano:
Causada por Alternaria solani, esta dolencia muestra manchas oscuras con bordes desiguales en las hojas, que eventualmente marchitan y caen. El fruto muestra deformidades oscuras. Para combatirla: rota cultivos, desecha restos de cosechas previas, evita plantar cerca de cultivos antiguos, poda hojas inferiores, maneja la fertilización, usa insecticidas protectores y cubiertas en el suelo.

c) Antracnosis o Viruela:
Colletotrichum phomoides provoca lesiones en frutos maduros, que con humedad se vuelven rosadas y húmedas. Se sugiere cosechar frutos no muy maduros, minimizar daños durante transporte y usar contenedores limpios.

d) Marchitez por Fusarium:
Fusarium oxyapporun f.sp.licopersici afecta sobre todo a hojas viejas, tornándolas amarillas. En casos graves, es mejor no replantar tomates en esa tierra.


Enfermedades menores por hongos incluyen el mal del talluelo y la pudrición del cuello.


Las enfermedades bacterianas incluyen:
- Mancha bacteriana (xanthomona campestris): Lesiones marrones en frutos. Se recomienda usar semilla de calidad, evitar plantaciones antiguas contaminadas y no usar riego por aspersión.
- Pinta Bacteriana (pseudomonas syringae): Frutos muestran lesiones hundidas y pequeñas. El control es similar al de la mancha bacteriana, con la adición de buscar variedades resistentes.
- Pudrición Suave (Erwinia spp): Provoca descomposición y formación de «bolsas de agua» en frutos. Se aconseja evitar suelos encharcados, manejar fertilizantes y controlar insectos dañinos.




El tomate también es vulnerable a virus como el virus X y Y de la papa y el mosaico del tomate. Las medidas preventivas incluyen controlar insectos vectores, usar variedades resistentes y evitar sembrar cerca de papas y chiles. Es vital controlar ciertas malezas que atraen a insectos portadores de virus.
a) Pudrición Distal (culo negro):
Es causada por exceso de nitrógeno o falta de calcio. Este desequilibrio genera mucha producción de hojas, que consumen el calcio necesario para el fruto. Como solución, es esencial analizar el suelo, ajustar el riego para evitar encharcamientos y moderar el nitrógeno.

b) Cara de Gato:
Es resultado de factores que alteran el crecimiento del fruto inicial, mostrando malformaciones. Las causas principales son cambios extremos de temperatura diarios y el herbicida 24D.
c) Tomate Estrellado:
Este daño se identifica por rajaduras en el fruto, siendo puerta para microorganismos dañinos. Está asociado a desbalances hídricos y cambios bruscos de temperatura, especialmente lluvias antes de la cosecha seguido de periodos secos.

d) Tomate Deforme:
Las deformidades se relacionan con temperaturas bajas o altos niveles de nitrógeno. La solución es elegir variedades resistentes y seguir las recomendaciones de análisis de suelo y foliares.
Todas estas afecciones son comunes, junto con otras de menor relevancia debido al clima tropical. Sin embargo, las más dañinas para el cultivo y postcosecha son la mosca blanca, gusano alfiler, gusano spodoptera, erwinia, apagón, antracnosis, marchitez por fusarium y el culo negro por falta de calcio.
El cultivo de tomates en casa es una actividad gratificante que te proporciona alimentos frescos y saludables. Ya sea que optes por plantar tomates cherry o tradicionales, en maceta o en invernadero, los resultados valdrán la pena. ¡Buena suerte y a cultivar! 🍅🌱